CABO NORTE 2014
Jun 24th, 2014 by morgar
No es nada fácil ir hasta el punto mas al norte de Europa, es un lugar poco habitado, las comunicaciones son difíciles y la mayor parte del año las condiciones meteorológicas son muy adversas, ¿para que montar grandes aeropuertos o autopistas?.
Por eso cuando surgió la posibilidad de volar hasta Skelleftea, una población al norte de Suecia, en un vuelo directo desde Gerona, había que aprovechar la oportunidad, ahora o vete tu a saber cuando.
Skelleftea no es que te muy cerca del Cabo Norte, no, aun faltaran unos 1.000 kilómetros de carretera nacional, sin autopista. Si a esto le añadimos la cabezonería de hacer un rodeo buscando todos los BIG de Finlandia, pues la vuelta en coche se va a los 3.600 kms.
Menuda locura verdad Berritxu. Lo cierto es que se puede hacer pesado, pero los compañeros que fuimos nos compenetremos estupendamente, esto es fundamental, nos relevemos a la perfecciones a la hora de conducir, todo fue como la seda y al final recorrimos y vimos un montón de país entre Finlandia, Suecia y Noruega. Personalmente si tuviese que volver a elegir el modo de ir, volvería a hacer el mismo plan. Ciclísticamente los puertos subidos no tienen nada o poco interés, la mayoría son subidas cortas y sin apenas dureza que llegan a pequeñas estaciones de esquí o antenas. Del viaje me quedo con conocer paisajes nuevos, historias nuevas y hacer el cabo norte en bici, un sueño que hacia años tenia en la cabeza.
Nada mas llegar a Skelleftea montamos las bicis allí mismo en el aeropuerto. Cuando digo aeropuerto pensad en un edificio del tamaño de una piscina, en 10 minutos nos quedamos solos en una sala a nuestras anchas. Con las bicis montadas dejamos las grandes maletas donde venían metidas las bicis en la oficina del coche del alquiler, muy amable de su parte el tío de avis por dejarnos meter las maletas allí. Vamos aprendiendo de los viajes y dejar aparcadas las voluminosas maletas es todo un acierto.
Sin prisas pero sin pausa empezamos el viaje con nuestro nuevo compañero de carretera Volkswagen Passat, todo un coche que se comporto de maravilla. Empezamos por ir a buscar el BIG más al sur de Finlandia y del viaje Ukko Koli.
Son la 1 de la mañana y no es noche cerrada, si que ha oscurecido un poco porque estamos un poco al sur del círculo polar ártico, pero para andar en bici ningún problema. Subida a un hotel en el alto de una montaña. Un letrero en la parte final indica el 20% pero falsa alarma, como mucho 14%.
Primer objetivo conseguido.
A partir de ahora ya será todo para arriba, hacia el norte y bastante recto. Así en el camino subimos el segundo puerto previsto, el Vuokatti, a las 4 de la mañana y ya con bastante más luz.
Otra subida corta a una estación de esquí donde hay un trampolín bastante imponente.
Continuamos hacia el norte y el siguiente puerto es la subida al monte Ruka.
Este le tocaría a las 5 de la mañana y se sube hasta una antena y un complejo hotelero supuestamente abierto solo en invierno.
En el siguiente traslado hacia el norte ya pasamos la línea que limita el circulo polar ártico y cada vez que vamos mas al norte el terreno se vuelve mas solitario, inhóspito, kilómetros y kilómetros sin aparecer nada, ni una casa, ni un cruce, apenas se ven coches, sobretodo esta parte finlandesa cuesta encontrar un bar o restaurante para comer algo. Sobre el mediodía llegamos a la población de Saariselka donde esta la cuarta subida Kaunispaa.
Después de comer la ascendemos y de las 4 que llevamos de momento es la que mas me gusta, con mucha vista sobre el alrededor y ya apareciendo los primeros renos.
El resto del día lo empleamos en llegar hasta donde teníamos el hotel en cabo norte, la población más al norte posible Skarvag. Durante el traslado, sobretodo desde Kaamanen en Finlandia, hasta Karasjok ya en la frontera con Noruega no hay nada, solo tundra y más tundra, mas vale llevar el depósito del coche con gasolina. En Noruega ya hay mas moviendo, no mucho mas pero si se ve más vida.
Cuando llegamos al hotel preguntamos hasta que hora dan de cenar, sorprendentemente nos dan margen, hasta las 10, que sorpresa. El día se mantiene nublado pero no llueve, igual esperamos a la mañana y hace peor tiempo, así que aprovechamos para ir hasta el Cabo Norte en bici.
Hace bastante frío y viento, pero las ganas pueden con todo y llegamos hasta el punto más al norte de Europa.
Que gozada, nos pasamos un buen rato allí, comprando algún souvenir, disfrutando del momento, incluso parece que el sol quiere aparecer en el horizonte.
De regreso al hotel cena y a la cama. En la habitación no hay persianas, no se va a hacer de noche pero nos da igual, estamos tan rendidos que el sol no nos molesta. Pueblo de Skarvag.
Al día siguiente nos ponemos en marcha temprano, ahora solo podemos ir hacia el sur, no hay otro camino. El día sigue tapado, pero conforme bordeamos la costa Noruega hacia el sur se va aclarando y aparece el sol en un cielo azul intenso. Alto en el camino.
Que maravilla, que suerte disfrutar de un día así en el norte de Noruega. Llegamos a nuestro siguiente destino donde se encuentra la siguiente subida Guolasjarvi. A pie de puerto hay un camping que nos parece una excelente idea para pasar la noche, allí nos aposentamos y aprovechando el día vamos a por la subida.
A priori era la subida más importante del viaje, con 21 kilómetros y 800 metros de desnivel, la verdad es que la subida tuvo su miga y aventura. Los primeros 7 kilómetros son casi llanos y asfaltado, después aparece la pista de tierra que ya teníamos controlada y la pendiente crece hasta el 10% – 11% de media durante 4 kilómetros.
La pista esta en muy buenas condiciones, muy compacta y se hace sin problemas, pero conforme ganamos altura aparece una convidada que no esperábamos, la nieve.
Hay tramos limpios y tramos de nieve, no los conté pero más de 10 veces pisemos nieve, 10 de ida y 10 de vuelta. Tramos cortos y otros más largos, se hace duro porque algunas veces la nieve llega hasta la rodilla.
¿Cuánta gente se hubiese dado la vuelta en el primer tramo de nieve?. Nosotros ninguno, todos seguimos para adelante hasta que una valla muy bien cerrada nos barrió el paso y en donde la carretera a los pocos metros finalizaba.
Repasando el mapa realmente nos pasemos el BIG, el punto mas alto estaba mas atrás donde la foto.
El día se hizo duro por la nieve, pero ninguno se quejo de las adversidades y acabemos el día cenando en el camping con otra historia que contar. Por cierto, ¿cuantos días al año habrá con este cielo en el norte de Noruega?, había que aprovecharlo.
Lo que os decía, a las pocas horas por la mañana en el camping amanece tapado, ya no volveremos a ver el sol hasta el regreso a Gerona.
Esta vez hay un corto traslado hasta el siguiente objetivo Kipilsjarvi. Una subida que se hace enteramente por Noruega para entrar otra vez en Finlandia, de hecho Kipilsjarvi ya esta en Finlandia. Esta subida también es larga, esta vez por carretera nacional toda asfaltada y sin sorpresas.
No llueve pero aparece el chirimiri ese, nos lleva tiempo el puerto entre subir y bajar, de todos el que menos me gusto, quizás la niebla ayudo a mi veredicto.
De nuevo carretera y manta y si pensábamos que habíamos visto la soledad, nos quedaba por ver este tramo de 200 kilómetros en donde no vimos ser viviente por ningún lado, apenas algún coche, pero digo apenas. Aquí confluyen las tres fronteras de Finlandia, Suecia y Noruega. La carretera es Finlandia, pero justo a 10 metros a la derecha durante esos 200 kilómetros esta Suecia, es curioso.
Como era de esperar aparece la lluvia, no es una lluvia fuerte pero si constante. La siguiente subida Pallastunturi, no nos libramos del agua.
No es una subida dura, solo al principio a la salida de un lago hay 1 kilómetro al 8%, después mucho mas suave y tras 7 kilómetros se llega a un hotel dentro de un parque natural. Tiene que ser bonito, mucho bosque y renos durante el trayecto.
De nuevo toca otro corto traslado para atacar la subida a la estación de esquí Yllas en la población de Akaslompolo. La subimos por un carril bici paralelo a la carretera principal, que maravilla de carril bici, a ver si aprenden en muchos países a hacer algo parecido.
Hasta me da pena que sea tan corta, apenas 4 kilómetros de subida por carretera asfaltada, después nuestra cabezonería por los BIG y por descubrir cosas nuevas nos metemos por sitios que no debemos.
Llevamos 9 ascensiones y para completar las 10 que nos hemos propuestos hay que desviarse un poquito de la ruta, apenas 50 kilómetros, después de 3.000 kilómetros no nos van a echar para atrás esos 50. A las 12 de la noche estamos en Kiruna subiendo otra pequeña estación de esquí Luossavaara, en esta ocasión abandonada. Y para finalizar las escaladas en Finlandia los últimos 3 kilómetros de tierra.
Kiruna a las 1 de la mañana y 5 ºC de temperatura marcaba el coche.
Objetivo cumplido y otra experiencia inolvidable vivida.
Eso de subir puertos a la madrugada viendo el entorno si que es interesante. Otra experiencia diferente , que son las que agrandan conocimientos.